«Hay muchos modos de poner en práctica, en nuestras propias vidas, las enseñanzas de los grandes maestros del pasado. En el zen, la verdad es perseguida por medio de la disciplina de la meditación, para llegar a la iluminación, mientras que en el chadô usamos como entrenamiento el proceso concreto de preparación del té para alcanzar ese mismo fin»