A diferencia de los humanos, las aves no tienen cuerdas vocales. El canto de un canario se inicia en una estructura llamada “siringe”, ubicada después de la tráquea y comunicada con el sistema respiratorio. Los canarios poseen dos estructuras de la siringe, una a cada lado del cuerpo, lo que les permite articular dos sonidos diferentes y emitirlos al mismo tiempo a través de una intrincada comunicación entre siringe, laringe, tráquea, músculos y conexiones cerebrales.