Agnes Grey

La verdad es —añadió— que le está cogiendo el gusto a la comodidad. Siempre es fácil encontrar excusas para no cumplir con el deber de uno».

La lectura es mi ocupación predilecta, cuando tengo tiempo libre y libros que leer.

—Me han dicho que es usted un verdadero ratón de biblioteca, señorita Grey —comentó él—, y que se abstrae de tal forma en sus estudios que no piensa en ninguna otra cosa.

Aunque las riquezas tenían sus encantos, la pobreza no encerraba ningún terror para una joven sin experiencia como yo.

no busco la perfección... no tendría derecho a exigirla, estando yo mismo tan lejos de ella

cuanto antes se aprende a ser sabio y bueno, antes se obtiene la felicidad.

¡Ay, de qué forma un sueño es mucho más placentero que su cumplimiento!

Si la felicidad de este mundo no es para mí, me esforzaré por procurar el bien de los que me rodean, y mi recompensa vendrá más tarde

si me estaba prohibido procurar su felicidad, y prohibidos los placeres del amor —bendecir y ser bendecida—, la vida me resultaría una carga.

¿No existe la posibilidad de que Dios haya escuchado mis oraciones, que aparte las sombras que se ciernen sobre mí y me conceda algunos rayos de su luz divina?