Antonio Alatorre se despoja de cualquier término técnico, prescinde de la yod y del difícil código que sólo entienden los lingüistas para platicarnos, como en una charla de café, la historia de la lengua española. Su libro es, además, un manual de nuestra historia literaria. Esta tercera edición fue «ampliamente añadida, y algo corregida», por el autor.