Corría el mes de junio de 1769 cuando el marqués de Durfort, embajador de Francia en Viena pidió, para el delfín Luis Augusto, la mano de María Antonieta, archiduquesa del Sacro Imperio Romano Germánico. No había transcurrido un año desde la petición, y ya se concretaba en Versalles el matrimonio entre Luis Augusto, futuro Luis XVI y María Antonieta. Explendoroso fue el lujo en la velada, pero en la intimidad de la alcoba sobrevino el silencio, la quietud…, y nada de pasiones. Este concertado matrimonio, uno de los más emblemáticos y desgraciados de la historia, está en el centro de estas páginas, pero la verdadera protagonista será la “austriaca”, como llamaban los franceses, despectivamente, a la “intrusa”, a la inquilina del Trianon, esa que fue acusada de ostentosa y fría, de engañar a su marido con Axel de Fersen y también con la condesa de Polingnac. Minuciosa es esta narración, fundada en los vastísimos conocimientos de historia de Stefan Zweig. Este libro extraordinario y de fluida prosa, nos relata el desmoronamiento de la monarquía francesa y también el despertar del espíritu revolucionario. En estas páginas encontraremos a una reina elegante y lujuriosa, amante de las grandes fiestas, y también a la mujer despojada de todo su poder que se encamina al cadalso.