Este libro pretende, antes que nada, ser un testimonio. En mayo de 1988 Marina ingresó al sistema hospitalo-céntrico como secuela de una decisión judicial dictada en el marco de la muerte que provocare a tres de sus cuatro hijos, cuando tenía 35 años. A partir de ese momento “aguardó” casi veintisiete años de su vida tras las fronteras manicomiales, espacio del cual egresó en marzo del 2014. A partir de nuestro encuentro con ella y en el marco de conversaciones mínimamente estructuradas, nuestro trabajo consistió en identificar los hitos biográficos que construyeron la vida de Marina, los diferentes esquemas de vulneración de derechos (legalizados o no) que atravesaron esa vida, considerando que todos ellos confluyeron al final en su padecimiento mental. En el recorrido por las vivencias narradas, pasando por la niñez adultizada, la juventud domesticada, la vida conyugal subyugada, la maternidad tan ansiada como impuesta, el deseo “pecaminoso”, la “explosión” en el padecimiento mental y el letargo en el manicomio, Marina relató, de una u otra manera, las secuelas del abandono, el sometimiento y el ostracismo. Este libro es el re-armado de esa historia en el “decir” de su protagonista y en el “leer” de quienes decidimos acompañarla. En resumidas cuentas, ese tiempo encarnado en viva letra.