«Entrar en este libro de Sebastián Astorga es entrar en la búsqueda sutil de la no dualidad. El intento es a la vez vital y poético: funciona como poesía escueta, de impecable sobriedad (sin desperdicio) y a la vez como brío de vida donde, en un mundo como el actual, se pone de lado, sin negarlo, lo virtual.» José Kozer