La oscilación emocional que padecen las personas que sufren de bipolaridad el ir y venir entre la manía o euforia y la depresión se ha convertido en una desventaja porque la medicina y la psicología la han tratado como una mera disfunción emocional. La bipolaridad es un problema de salud, como una gripe o un resfriado, y es el resultado de talentos no desarrollados.
La bipolaridad tiene cura, una cura que no consiste en persistir en la búsqueda de la estabilización por medios químicos, sino en transformar la oscilación en un recurso constructivo en la vida de la persona.
La inestabilidad afectiva tiene esperanza. Hay alternativas para este padecimiento que nos enfrenta con un dato esencial del alma humana: la polaridad.
En este libro, el autor bucea en la naturaleza de la bipolaridad, la manía y la depresión. Nos conduce por los cambios sanadores capaces de hacer cambiar la creencia sobre la incurabilidad de estos síntomas, que mantiene a los pacientes atados al sufrimiento, y nos brinda una guía para restaurar una esperanza fundada en el hecho de que el bipolar posee el don de la creatividad, y es, precisamente afirmando el talento como su salud puede ser alcanzada.