He contado tu historia, mujer volátil, para que otros la sepan, para que jamás quedes en el olvido, para que vivas por siempre en el recuerdo de algunos. He contado tu historia porque no me canso de buscarte allá arriba y de preguntarte siempre, aunque no me contestes, por lo menos no con palabras. He contado tu historia porque ahora vives en mí. He contado tu historia porque sé que a través de las palabras se recibe la inmortalidad