Jesús nos enseñó que aunque él gana al final, debemos aceptar esa realidad. Él señaló: «En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”1. En tal cita, la palabra griega que esta versión traduce como «afrontar aflicciones” quiere decir literalmente «ser aplastado» Es decir, sus circunstancias lo presionarán, reduciendo su libertad para respirar hondo y vivir la vida a plenitud.