Te recomendaría que no lo leas, pero léelo y haz tu propia opinión. Yo estuve de acuerdo con la primera parte, pero la segunda no cuadro para nada. Esto es puro feminismo gringo, whites vs whites. Si estás dispuesta a discutir con un libro, léelo.
A pesar de ser un libro repetitivo, donde la autora parece quejarse de todo y de nada a la vez, y que probablemente no llegue a un punto donde ofrezca alternativas a nuestro comportamiento, te hace reflexionar la manera en cómo llevas día a día tu feminismo.
No aprendí nada nuevo y ahora estoy un poco molesta. Pero igual léanlo, sí, léanlo.
Aunque encontré varios puntos en común con Crispin, al final sentí que su libro cae en lo que tanto critica. Hace mucho hincapié en lo terrible que es el feminismo de twitter y a mí me pareció que todo su discurso era un simple rant sin bases que lo sostuviera. Constantemente habla de ser creativos para crear nuevos mundos pero ella no lo hace, sólo se queja. Me genera mucha sospecha el ensayo en el que tajantemente expresa que los hombres no son nuestra responsabilidad, luego regaña a las mujeres y al final resulta que sí lo son. Para nada creo que sea un buen libro para introducirse al feminismo pues esta llena de generalizaciones. Para ser una autora que hace hincapié en la crítica constructiva y la autocrítica no es muy buena en la práctica. Aunque la prosa es fluida, los argumentos muy torpes.
La autora abordar temas necesarios, pero la molestia que manifiesta constantemente, es que no se puede ser feminista mientras mantenemos y reproducimos el sistema. Sin embargo, no hay manera de vivir fuera del sistema. Me parece innecesario el tono de regaño que maneja, se contradice constantemente.
Vale la pena para una lectura crítica. Le voy a armar una crítica enorme porque oh god que tiene material de donde cortar.
Me encantó la primera parte. Con los últimos ensayos tengo sentimientos encontrados
Es sardónico, incómodo y reflexivo. Los primeros ensayos me removieron muchas ideas preconcebidas del feminismo y de forma de vivirlo. Hay argumentos que no me hacen sentido. En general, ¡recordable!
Es un libro incómodo, como debería serlo el feminismo. Hay muchas cosas en las que no estoy de acuerdo, pero esa primicia por supuesto que me la robo. Me chocó la generalización que hace de las feministas, pero me deja con muchas ideas que valen muchísimo la pena. Es un libro para ponerte a pensar, para debatir, para enfrentarte a ti misma y a tu ser o no ser feminista.
Algunas reflexiona suena a regaño y a sacar el femimistometro, pero considero necesario leer esto y discutirlo para replantear hacia dónde estamos apuntando el feminismo como acción colectiva.