En la primera obra, «En las playas de Montauk las moscas crecen más de la cuenta», un hombre prueba el ácido lisérgico en Berlín, y se sienta decepcionado al considerar que acaba de ser timado. De pronto pasa una mujer con un perro que abre la mandíbula de manera descomunal, y se da cuenta de que quizá no fue engañado. Irrumpen en su cabeza unas aves de rapiña que esclavizan a un hombre que se les ha ofrecido voluntariamente; esta historia formaría parte de Gallinas de madera, el texto de Hrabal que quedó inconcluso luego de que se tirara por la ventana de la institución mental donde estaba recluido. Le sigue «En el ropero del señor Bernard falta el traje que más detesta», donde Bellatin narra sus paseos con el señor Bernard –trasunto de Robbe— Grillet–, con quien sostuvo uno de sus últimos diálogos públicos antes de su muerte. Con su inconfundible estilo, en este relato testimonia aquel encuentro; poco tiempo después se enteró de la muerte del escritor francés.