cuando el corazón manda sobre la cabeza, difícilmente podrás resistirte a sus caprichos sin sufrir. Porque de pronto, y sin entender por qué, el corazón te hace valorar el poder de una sonrisa, la fuerza de una mirada y la necesidad imperiosa de tener a tu lado a esa persona única y especial que con su calidez y su amor te ayuda a vivir y a ser mejor cada día