En el Lazarillo, el pícaro Lázaro de Tormes cuenta su vida desde la infancia hasta su madurez, en la que sacrifica su dignidad a cambio de cierta seguridad económica. No es un personaje ejemplar, como los protagonistas de las novelas de su tiempo, sino un moderno antihéroe. Detrás de la voz del joven Lázaro, natural, espontánea y vibrante, se oculta un autor que no acepta las reglas establecidas en la sociedad de su tiempo. Quizá esta sea la razón de que el Lazarillo sea una obra inclasificable, pues una manera de manera de cambiar el mundo es mirarlo desde otra perspectiva, a través del espejo mágico de la literatura.