En la fase 4, el liderazgo se emplea como una herramienta de inspiración y motivación para seguir mejorando. El líder deja de ser una figura de control o de toma de decisiones y se convierte en alguien que sirve como apoyo cuando es necesario. De este modo, puede centrarse en otras tareas que tienen que ver con el crecimiento y la innovación del equipo, y este le sirve como una constante fuente de ideas para mejorar. La confianza entre los miembros del equipo es total, y se tiende a adoptar una estructura sin liderazgo o redistribuida. Siguen existiendo distintas responsabilidades, CEO y jerarquía de cargos, pero, como digo, no son figuras de control ni un embudo de decisiones.
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