Mitnick fue el hacker más escurridizo de la historia. Logró colarse en ordenadores y redes de las agencias y compañías más grandes del mundo, aparentemente impenetrables, como Motorola, Sun Microsystems o Pacific Bell. Para Kevin, hackear no iba solo de alcanzar avances tecnológicos: era un juego de confianza que requería burlar y confundir para acceder a información valiosa. Impulsado por un fuerte estímulo para lograr lo imposible, engañando a los empleados para obtener información privada y maniobrando a través de capas de seguridad, obtuvo acceso a datos que nadie podía ver.
Cuando el FBI comenzó a acecharle, Kevin se dio a la fuga, en un juego de persecución cada vez más sofisticado, que le llevó a adoptar identidades falsas y muchos cambios de aspecto, a pasar temporadas en una gran cantidad de ciudades y a un enfrentamiento final con los federales, que no pararían hasta derribarlo.
Una emocionante historia real de intriga, suspense e increíble evasión, y el retrato de un visionario cuya creatividad, habilidad y persistencia obligaron a las autoridades a replantearse la forma en que lo perseguían, inspirando cambios permanentes en el modo en que las personas y las empresas protegen su información más confidencial.