Madre soltera y otros poemas

Es difícil cuidar a un bebé porque va contra toda costumbre y aceleración, contra las ganas de que todo el tiempo pase algo, o de tener algo para contar. El bebé aprende cosas que se cocinan en un tiempo muy lento, lentísimo mientras dura pero que en la totalidad de la vida es un relámpago.

y el amor dura menos de lo que tarda un bebé

en dar sus primeros pasos.

A los bebés se les dice, como a los amantes

“quiero acordarme para siempre de este día”

y sabés que no vas a acordarte, el amor

contiene un pozo negro

como los fuegos

Ellos nunca pudieron volver a los lugares de antes para contrastar nada, como yo vuelvo a la casa donde crecí, y siento cómo cada vez se hace más chica.

Es maravilloso que el mundo sea totalmente nuevo porque una persona nos miró.

Lo que le gusta en realidad no es del todo tocarla sino encuadrarla con el marco de esa ventana que es un poco suya –no porque paga puntualmente el alquiler, sino porque la usa

No invade pero avanza. Ocupa los lugares que quedan vacíos, se acomoda.

Algunas gentilezas tienen que rechazarse cuando son una moneda que compensa algo, cuando no vienen de corazones abiertos por la generosidad, pero cómo saberlo

No conozco una angustia tan serena, tan lenta en su manera de invadirlo todo, como saber que a veces no se puede.

Pero este desamparo, ¿ya lo tenía yo, cuando era chica? Me parece que sí, a veces me parece recordarlo.