Este es un libro, que por el título, pensé que sería de suspenso, o hasta de terror, pero que me sorprendió haciéndome reír mucho, sobre todo al inicio, por su manejo del lenguaje y la personalidad del protagonista.
Luego me sorprendió de nuevo cuando se convirtió en una reflexión de la condición humana y el escenario de la política contemporánea, tan llena de corrupción e intereses.
Y al final, cuando me pregunta en como cerraría la historia, el autor me sorprende de nuevo con un final que retoma, ya no lo peor que tenemos, sino parte lo mejor que tenemos, eso que nos hace humanos y algunos llaman corazón.