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Mario Benedetti

La noche de los feos

  • Isela Vázцитирует5 лет назад
    «Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?»

    «Sí», dijo, todavía mirándome.

    «Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida.»
  • Eugenia Altamirano Gamaцитирует9 месяцев назад
    Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aún en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca, bien formada. Era la oreja de su lado normal.
  • Jackie R.цитирует10 месяцев назад
    Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida
  • Jackie R.цитирует10 месяцев назад
    Mi animadversión la reservo para mi rostro, y a veces para Dios.
  • Iván Rodríguez Cruzцитирует4 года назад
    «Sí», dijo, todavía mirándome.

    «Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida.»

    «Sí.»

    Por primera vez no pudo sostener mi mirada
  • Angel Aldanaцитирует4 года назад
    Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo.
  • Diana Martínez Maldonadoцитирует4 года назад
    Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.

    «Un lugar común», dijo. «Tal para cual.»
  • rmirandamacielцитирует4 года назад
    Mi animadversión la reservo para mi rostro
  • R Güemesцитирует5 лет назад
    Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble
  • R Güemesцитирует5 лет назад
    De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía.
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