Tanto en la “cultura popular” como en el mundo letrado, México es determinante en las concepciones acerca de América Latina existentes en Estados Unidos. Por ende, su historiografía en torno a México constituye un lugar privilegiado para explorar los «imaginarios históricos” sobre América Latina en dicho país. Tales imaginarios adquirieron novedosas connotaciones hacia la década de 1960 debido al cambio de paradigmas políticos y culturales, que incidió de formas complejas sobre el mundo intelectual, por lo cual la historiografía estadunidense sobre México comprende un espectro de posiciones. Ello es palpable al escudriñar a los historiadores “como autores”, explorando sus estrategias narrativas y las estructuras de sus relatos, así como las “palabras clave” que articulan sus obras. De tal modo se revela cómo las funciones retóricas operan en la historia. Y esto resalta las «políticas de representación” de la obra histórica, lo que remite a las posiciones éticas y políticas de su autor, emanadas, no sólo de las cuestiones académicas, sino, también, de los dilemas de su sociedad, su época, su identidad, su cultura. Se puede, pues, argumentar que México –y América Latina en general— ha fungido como un “espejo” en el cual los estadunidenses han auscultado la imagen de su propia nación y su sociedad. En lo que al corpus documental se refiere, esta investigación se centra en obras emblemáticas. El libro consta de dos secciones: la primera, “Relatos”, analiza las narraciones de un selecto grupo de historiadores, cada uno de los cuales ha contribuido a definir los patrones interpretativos y a instaurar los relatos arquetípicos en sus respectivas áreas de saber; la segunda, “Palabras clave”, explora cómo diversos autores han organizado sus historias en torno a determinados conceptos, verbigracia: “raza”/»etnicidad”, “clase social” y «nación”. Estos términos han sido centrales en la historiografía moderna, fungiendo de “keywords” de varias de las corrientes historiográficas. El libro culmina con unas “Reflexiones finales” en torno a las tradiciones intelectuales y a la producción del conocimiento histórico en general.