Y a la acusación acerca de que los cristianos no tienen templos ni altares, Octavio contesta:
–¿Qué imagen podríamos hacer de Dios, si según la razón humana, el hombre es Imagen del mismo Dios? ¿Qué templo podríamos edificarle cuando el mundo que ha creado no puede contenerle? ¿Puedo encerrar en una casa la majestad de Dios, cuando yo, que soy hombre, me encuentro estrecho en ella? Vosotros decís que Dios desde el cielo no puede ver ni oír todo lo que pasa en el mundo y que, por consiguiente, ignora lo que hacemos. ¡Cuán equivocados estáis! ¿Cómo puede Dios estar lejos de nosotros, si en su inmensidad llena los cielos, la tierra y todo este vasto universo? No sólo no nos podemos alejar de su vida, sino que me atrevo a decir que vivimos en Él