Dice el autor: Vivimos en una época de grandes privilegios espirituales. El evangelio ha sido predicado casi en todo el mundo. La Biblia está disponible en más idiomas que en cualquier otro tiempo en el pasado. En muchas partes del mundo las iglesias han crecido rápidamente. Pero debemos preguntarnos a nosotros mismos ¿Cómo nos ha beneficiado todo esto?
Déjeme hacerle unas preguntas que le ayudarán a descubrir la verdad acerca de su condición espiritual:
1. ¿Ha pensado seriamente acerca de su condición espiritual?
2. ¿Qué ha hecho usted acerca de su salvación?
3. ¿Está usted tratando de acallar su conciencia con una religiosidad externa?
4. ¿Sabe usted algo de la práctica de la santidad cristiana?
5. ¿Conoce usted algo del gozo dado por los medios de gracia; es decir, la lectura de la Biblia, la oración, la participación en la iglesia y la cena del Señor y la santificación del día del Señor?
6. ¿Se está esforzando para hacer algo bueno en este mundo?
7. ¿Conoce usted algo de una vida de continuo compañerismo con Cristo?
8. ¿Sabe usted algo de lo que significa estar preparado para la segunda venida de Cristo?