El quehacer feminista de Marcela Lagarde se ha manifestado de muy diversas maneras, tanto en el ámbito político como en el académico y el docente. Su labor tallerista quizá sea el espacio en el que más inmediatamente se ha notado la acción transformadora de su palabra. Dirigidos a mujeres, sus talleres se desarrollaron alrededor de preguntas que buscaban despertar el autoconocimiento, la reflexión sobre quiénes son, quiénes pueden llegar a ser, cómo pueden lograrlo, qué y cómo desean amar las mujeres: cuestiones centrales para la vida y para la vida en sociedad, es decir, la política.
Del coloquio e intercambio sostenido con esas mujeres, la autora destiló una serie de claves feministas, “llaves para abrir puertas o ventanas”, que giran en torno a la libertad femenina y atañen a la autoestima, el liderazgo, el amor, el poderío y la autonomía.
Al abordar la autonomía desde una perspectiva histórica, Lagarde invita a deconstruir la idea del sujeto social femenino como un ente dependiente y trabajar por la construcción de poderes positivos para las mujeres, poderes que partan, además, de una autonomía real, no marginal, desde la que se puedan conformar alianzas para “enfrentar el orden global del capitalismo salvaje o neoliberalismo patriarcal, excluyente, militarista, explotador y opresor de personas y pueblos, enajenante y depredador del mundo”.
Las lectoras y los lectores encontrarán en este libro dos claves fundamentales para desmontar ese orden y para pensar, desde el feminismo, en un paradigma alternativo.