En esta ocasión, Sunny Pascal deja atrás Hollywood para dirigirse a Acapulco, donde lo han contratado para cuidarle las espaldas a un viejo actor que, tras retirarse de la pantalla grande, pasa sus últimos días en el puerto. El año es 1965 y el viejo actor no es otro que Johnny Weissmüller, excampeón olímpico de natación a quien todos recuerdan como el mejor Tarzán que ha dado el cine. Acapulco es por entonces el sitio de reunión favorito de las celebridades, pero también de mafiosos, tahúres y estafadores. Pascal tendrá muchos problemas al tratar de sacar a Johnny de las dificultades en las que se encuentra metido a causa de su afición al alcohol y al juego. Mientras se celebra un afamado festival de cine. Muy pronto las cosas se ponen aún más complicadas y las balas comienzan a pasar muy cerca del protagonista.