es
Emily Dickinson

El viento comenzó a mecer la hierba

Сообщить о появлении
Загрузите файл EPUB или FB2 на Букмейт — и начинайте читать книгу бесплатно. Как загрузить книгу?
  • Matilde Pericas Moralesцитируетв прошлом году
    No podía soportar vivir en voz alta;

    el bullicio me azoraba tanto…
  • Matilde Pericas Moralesцитируетв прошлом году
    Cuando la Noche está casi acabada

    y el Amanecer se aproxima tanto

    que podemos percibir las distancias,

    es tiempo de alisarnos el pelo

    y acariciarnos las mejillas.

    Y preguntarnos cómo pudimos preocuparnos

    por esa vieja y desvanecida Medianoche

    que, hace sólo una hora, nos aterrorizó.
  • c a t hцитирует4 года назад
    El viento comenzó a mecer la hierba.

    Con ruidos graves y amenazadores

    envió una amenaza a la tierra

    y otra amenaza al cielo.
  • c a t hцитирует4 года назад
    No es necesario ser una habitación

    para estar embrujada,

    no es necesario ser una casa.

    El cerebro tiene pasillos más grandes

    que los pasillos reales.

    Es mucho más seguro encontrarse a medianoche

    con un fantasma exterior

    que toparse con ese gélido huésped,

    el fantasma interior.
  • c a t hцитирует4 года назад
    Temo a la persona de pocas palabras.

    Temo a la persona silenciosa.

    Al sermoneador, lo puedo aguantar;

    al charlatán, lo puedo entretener.

    Pero con quien cavila

    mientras el resto no deja de parlotear,

    con esta persona soy cautelosa.

    Temo que sea una gran persona.
  • c a t hцитирует4 года назад
    ¡Cuántas flores mueren en el bosque

    o se marchitan en la colina

    sin el privilegio de saber

    que son hermosas!

    ¡Cuántas entregan su anónima semilla

    a una brisa cualquiera,

    ignorantes del cargamento escarlata

    que a otros ojos lleva!
  • c a t hцитирует4 года назад
    Cuando la Noche está casi acabada

    y el Amanecer se aproxima tanto

    que podemos percibir las distancias,

    es tiempo de alisarnos el pelo

    y acariciarnos las mejillas.

    Y preguntarnos cómo pudimos preocuparnos

    por esa vieja y desvanecida Medianoche

    que, hace sólo una hora, nos aterrorizó.
  • c a t hцитирует4 года назад
    No es que morir nos duela tanto.

    Es vivir lo que más nos duele.

    Pero morir es algo diferente,

    un algo detrás de la puerta.

    La costumbre del pájaro de ir al Sur

    —antes de que los hielos lleguen

    acepta una mejor latitud—.

    Nosotros somos los pájaros que se quedan.
  • c a t hцитирует4 года назад
    Yo no soy nadie. ¿Quién eres tú?

    ¿También tú no eres nadie?

    ¡Entonces ya somos dos!

    ¡No lo digas! Lo pregonarían, ya sabes.

    ¡Qué aburrido ser alguien!

    ¡Qué ordinario! Estar diciendo tu nombre,

    como una rana, todo el mes de junio,

    a una charca que te contempla.
  • c a t hцитирует4 года назад
    Nadie conoce esta pequeña rosa.

    Podría haber sido una peregrina

    si no la hubiera cogido yo de los caminos

    y te la hubiera ofrecido a ti.

    Sólo una abeja la echará de menos,

    sólo una mariposa,

    apresurándose tras un largo viaje

    para descansar en su regazo.

    Sólo un pájaro se preguntará dónde está.

    Sólo una brisa suspirará.

    ¡Ah, pequeña rosa, qué fácil,

    para alguien como tú, morir!
fb2epub
Перетащите файлы сюда, не более 5 за один раз