Al escribir "Kubla Khan" el autor se conectó con una rancia tradición, la enriqueció y la supo aligerar. El rico mestizaje de su poesía guarda en el mismo bolsillo el legendario poema de Coleridge y aquella famosa canción de Olivia Newton John: "Xanadú". No hay por qué divorciar al Ateneo de la carpa ni a Octavio Paz de Cri-Cri. El poeta se ríe como un demiurgo. No se crea que estamos ante una poesía trivializante: Herbert admira a los abuelos civilizadores, por eso los tutea con desenfado, pero también se sabe poner serio a la hora del salto mortal. Es un poeta natural, con diversos y logrados registros, que tira de la rienda de su sintaxis para luego soltarla con seguridad.