Se pueden extraer muchas lecciones de la trayectoria “singular” de este personaje portador de una doble mácula: primero, haber sido mujer, y luego haber nacido en una cuna modesta, por ser jiyaado. La historia sucinta y parcial de Fanta Thiadel Baldé permite comprender que en África, a pesar de los discursos interesados, las mujeres desempeñaron, y aún hoy desempeñan, un papel en el ejercicio del poder. Aun en las sociedades consideradas fuertemente falocráticas, las mujeres pueden acceder a un poder hasta provincial.