En las primeras páginas de esta novela descubrimos a su protagonista recién internada en un psiquiátrico de forma temporal. Un encierro clave que provocará un análisis introspectivo y afilado de sus errores cometidos en el pasado y las causas, no siempre evidentes, que la condujeron hasta allí. Un viaje hacia el centro de sí misma acompañada por personajes y lecturas, entre ellas la obra maestra de Flaubert, “Madame Bovary”, con cuya protagonista empezarán a brotar las similitudes.
Bajo la luz blanca y estéril de una suerte de sanatorio, Virginia Cosin nos muestra de manera cruda la angustia de una mujer, una mujer en la que caben todas. A través de un lenguaje exuberante y evocador, la autora teje una tela de araña yuxtaponiendo el flujo de conciencia y los recuerdos de su protagonista para someterla a un lacerante escrutinio.