El más crudo invierno

Donald Davidson ha afirmado que todas las comparaciones son inevitablemente triviales porque siempre son verdaderas ya que todo es como todo
(“Everything is like everything, and in endless ways”).

Qué admirable
el que no piensa “la vida es efímera”
cuando ve un relámpago

lo que se pierde con la metáfora es una relación más inmediata con las cosas.

Es curioso el aparente sentido de “interpretar” como creación de me
táforas en su respuesta. Podemos entenderlo, tal como lo hemos indicado al inicio, como la creación de canjes más o menos enigmáticos, de transacciones para obtener significaciones ocultas.

Creía, en ese momento, que interpretar mucho, que hacer muchas metáforas era poesía.

The poem must resist the intelligence almost successfully [“El poema debe resistir a la inteligencia casi exitosamente”].

¿qué es aquello que solo logra expresarse recurriendo a lo agramatical y a lo arcaizante —y recurriendo a una lengua que no ha tenido lugar—?

La indagación del poema (diferente de su interpretación) debe
entenderse entonces como el despliegue de las condiciones suficientes para poder observar ese rompimiento, para poder observar el extraño (y maravilloso) espectáculo de un poema convirtiéndose en lo que es.

En todo caso, este es el rompimiento que le conviene al poema, el que le sucede por razones estructurales internas, el que lo convierte en lo que es.

¿Es posible enfrentarse al poema en términos semejantes —sin interpretarlo sino indagándolo, discutiéndolo, recorriendo con él, y en cierta dirección, el
lenguaje mismo en el que fue creado—? ¿Es posible renunciar a la importancia del resto inexpresable, incanjeable del poema?