Los ensayos de «Mudanza» hablan de destinos que se desvían; de personajes que evaden un oficio literario convencional en su búsqueda de que la palabra y la materia se encuentren. Su vocación es aproximarse al texto a través del cuerpo, el sonido y el espacio. Quieren hallar un nuevo lenguaje, cruzar un límite. Este libro es, en palabras de su autora, la confirmación de una imposibilidad.