—¿Por qué no te gustan las chicas?
Nicky pareció sorprendido por la interrupción, pero se recuperó enseguida e hizo una mueca.
—Son demasiado suaves.
Neil pensó en los nudillos amoratados de Renee, en el espíritu feroz de Dan, en Allison aguantando sobre la cancha tan solo una semana después de la muerte de Seth. Pensó en su madre de pie e inquebrantable frente a la violencia iracunda de su padre y en la forma en que dejaba un rastro de cuerpos tras de sí sin piedad alguna.