¡Viajar! Ha de ser triste. Me encariño demasiado con lo que me rodea. Viajar será para mí sembrar mi alma a los cuatro vientos. Me cuesta dejar un cuarto, una casa, un jardín, una ciudad, un paisaje, animales, gentes.
Laura Peiranoцитирует4 дня назад
Victoria Ocampo permanece allí varios días asistiendo al juicio de varios jerarcas nazis y el texto que resume la experiencia, “Impresiones de Nuremberg”, es sin duda uno de los ejemplos más notables de su excepcional capacidad como testigo.
Laura Peiranoцитирует4 дня назад
Victoria Ocampo permanece allí varios días asistiendo al juicio de varios jerarcas nazis y el texto que resume la experiencia, “Impresiones de Nuremberg”, es sin duda uno de los ejemplos más notables de su excepcional capacidad como testigo.
Laura Peiranoцитирует4 дня назад
Distinto punto de vista, distinto género, distinto interlocutor, distinto propósito: otra ciudad.
Laura Peiranoцитирует4 дня назад
la tierra donde hemos nacido nos tiene atados
Laura Peiranoцитирует4 дня назад
Me encariño demasiado con lo que me rodea. [...] Creo que no se puede viajar sin pagar en moneda de nostalgias”. Ese sentido de falta, que no llega a llenar es el precio del viaje: “Me gusta París. Pero te escribo para hablarte de mi nostalgia de Buenos Aires”.
Laura Peiranoцитирует4 дня назад
En el caso de Victoria, podría decirse que la lectura es tomar el tren. Se pasa de un lugar a otro como se pasa de una lengua a otra, sin aparente esfuerzo: se está (o se cree estar) siempre at home, chez soi, en casa, y –sin que esto signifique contradicción– siempre a punto de partir: “el mundo entero es mi dominio y me siento en casa tanto en New York como en Londres.
Rubén Carrillo Ruizцитируетв прошлом году
Por primera vez compadecí al enamorado que llevando una carta de amor frenético se encuentra frente a su amada distraída, ausente, y se queda con la carta en el bolsillo
Rubén Carrillo Ruizцитируетв прошлом году
Maurice Ravel era de la raza de esos exploradores de lo invisible a quienes Proust ha sabido seguir la pista, a quienes ha cercado con palabras precisas allí donde hasta entonces sólo habían podido llegar las siete notas del teclado. Esas siete notas que son siete palabras enmascaradas; siete palabras que contienen todas las palabras de todas las lenguas; siete palabras apretadas unas contra otras, parientas unas de otras y, sin embargo, distintas como hermanas; siete palabras que sólo llegan a encenderse prendidas en el silencio como las estrellas en la noche; siete palabras que carecen de significado mientras carecen de cierta ordenación; siete palabras que se unen sucediéndose y cada una de las cuales no alcanza su completo valor sino por transubstanciación, al borrarse volviéndose pura alusión a las demás; siete palabras que acaban entonces por ser una sola: quizá la de los ángeles
Rubén Carrillo Ruizцитируетв прошлом году
Para qué viajar si uno lleva dentro en germen toda la belleza del mundo