Si Dios es Creador... Yo soy criatura, hecho a su semejanza.
• Si Dios es Padre... Yo soy hijo, heredero, la niña de sus ojos.
• Si Dios es Señor... Yo soy siervo.
• Si Dios es Rey del reino celestial... Yo soy ciudadano del cielo, y embajador del reino.
Pero si pienso que Dios es un supermercado, o una entidad de beneficencia, ¿quién soy yo entonces? ¡Soy un consumidor o un cliente que debe ser satisfecho!