Dos damas muy serias fue saludada por Tennessee Williams como «mi libro favorito» y por Alan Sillitoe como «un hito en la literatura norteamericana del siglo XX», entre otros muchos ejemplos. La novela relata el itinerario de dos mujeres muy diferentes, en busca de su independencia y de su autenticidad. Christina Goering, rica, solterona y proclive al misticismo, busca su salvación luchando contra su naturaleza, es decir: forzándose a aventuras con desconocidos. En tanto, Frieda Copperfield quiere lograr su felicidad terrenal y no vacila en abandonar a su marido para irse a vivir con Pacífica, una joven prostituta panameña.
Un doble itinerario, entre la soledad y la auto-destrucción, sin embargo tratado con un traicionero sentido del humor y una comicidad granguiñolesca. Los personajes son gloriosamente impredecibles, fantásticos, excéntricos, alejados de toda lógica normal de conducta social. El libertinaje es asexuado, se recurre a la carne como símbolo de la libertad, sin parecer gozar ni un momento de ella. Todo ello confiere a la obra de Jane Bowles una extraña fascinación y una luminosa originalidad.