Ayyyy, que bonito y espeluznante este cuento, no podía dejar de pensar en mi gatita
,
Creí que me iba a hacer pedazos. Pero faltó quizá, una reunión de anécdotas de los gatos perdidos, un gancho emocional que te dejara chillando.
Y ya sabemos lo chillona que soy con los gatos. Definitivamente faltó algo de desarrollo.