tienen, el que nunca luzcan un afeitado perfecto, que lleven esos pantalones pardos y acampanados, que tengan las casas sin encalar, que las aguas fecales fluyan por sus calles y que los niños estén siempre con legañas en los ojos. El aspecto europeo, en cambio, es tan lucido y tan pulcro que dan ganas de imitarlo. Esa es una cuestión. Otra, que fue planeada por los alemanes intencionadamente y que derivó en un completo éxito, es que el asesinato masivo se cometiera en tierra polaca, para que Alemania permaneciera hermosa, limpia y ordenada. La porquería fue arrojada hacia el este, hacia los lugares apartados en los que la materia orgánica pudiera pudrirse sin que la pestilencia molestara al progreso y la cultura.