Y ahora déjeme solo, inspector. Me cuesta traer recuerdos. Porque la memoria me llega rasgada, en pedazos desencontrados. Yo quiero la paz de pertenecer a un sólo lugar, yo quiero la tranquilidad de no dividir los recuerdos. Ser todo de una vida. Y así tener la seguridad de que muero de una sola y única vez. Me cuesta ir cumpliendo tantas pequeñas muertes, ésas que sólo nosotros notamos, en la íntima oscuridad de nosotros. Déjeme, inspector, que me acabo de morir un poquito