El régimen totalitario siempre exige sustituir la pluralidad por la unicidad. Los ámbitos en los que se lleva a cabo el proceso también son múltiples: se suprime la pluralidad de orientaciones políticas en favor de un partido único, los poderes se concentran en las mismas manos, la información ya sólo tiene una fuente, la religión se ve sometida al poder temporal, y la economía a la política