la transformación de las normas. Es decir, desde una manifestación, a un acto de subversión identitaria (sea cual sea), pasando por situaciones menos manifiestamente políticas como un silencio en un momento determinado, una mirada o la circulación de un hashtag. Con ese trabajo performativo, que vuelve política cualquier acción humana, lo que buscamos es ampliar el sujeto legitimado.