Skylar es adoptado por la familia Gray y comenzará de nuevo junto a ellos: una nueva escuela y la posibilidad de finalmente tener amigos se suman a su experiencia de vida. Pero él no es simplemente un chico más: es no-verbal, y le gustan los chicos tanto como usar faldas. Sin embargo, la coraza de acero que creó alrededor suyo tiembla cuando se encuentra con un roquero de pelo blanco. Jacob, el hijo gay del hombre más conservador y cerrado que exista, tendrá que tomar decisiones que nunca imaginó cuando su padre, director de la junta escolar, pretende realizar cambios solo para negarle a Skylar su libertad.