Dragón de sangre, obra ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido, 2022, retoma uno de los hechos más crueles y vergonzosos de nuestra historia: la matanza de ciudadanos chinos en Torreón, en el año de 1911, a manos de las fuerzas revolucionarias maderistas. Pero su autor, curtido no sólo en la experiencia dramatúrgica sino también en el trabajo de la investigación histórica, va mucho más allá del hecho en sí y profundiza en la xenofobia, en el miedo secular a “los otros” y en el origen de los mayores crímenes que la humanidad puede cometer: el racismo.
Con gran destreza técnica, Pascual pone el dedo en la llaga y a través de la farsa y el humor descarnado, nos obliga a mirar nuestra realidad en el espejo: México es un país profundamente racista y en su nacionalismo extremo, ha buscado eliminar siempre cualquier influencia extranjera considerando al otro como «un extraño enemigo».
Pero al margen de la tesis de la obra, dragón de sangre se convierte en una avalancha de acontecimientos, en un torbellino de tragedias particulares, de abandonos, risas amargas y nostálgica belleza. Es también una triste historia de amor y es, según los miembros del jurado que la premiaron, «una pieza de gran teatro épico. De ese gran teatro que ya no se escribe y del que la escena nacional está tan necesitada».