Al terminar de leerlo, me dejó una sensación de querer coméntar con todos este excelente libro.
La familia es la médula que da estructura a la narración.
Desde la óptica de una niña, conforme avanza la lectura se convierte en mujer que afronta la muerte, la soledad, la insuficiencia para la pareja, y caer nuevamente en el seno de la familia.
No podía dejar de proyectarme en algunos pasajes, por mis hijos, por mi esposa, por las experiencias cotidianas que nos arrojan al filo de una muerte cercana, y que nos hacen amar con fuerza lo nos da la vida.
Me encantó.
No se porque llore tanto con este libro, de verdad es hermoso
Tenía tiempo sin que una novela me enganchara tanto. Hay algo en ella que te abraza mientras te estruja, que te inyecta el veneno pero también lo absorbe. Soy mala reseñando y no ahondaré mucho, pero debo decir que no la recomiendo si vienes fragil de haber sufrido una pérdida, porque al final la novela trata de eso, de finales y venenos y cómo no podemos librarnos de ellos.