Si hay una mujer que puede considerarse el icono de la elegancia en el siglo XX es Coco Chanel, quien fue, además una de las figuras más influyentes de su tiempo. En un mundo donde los hombres eran los que marcaban el ritmo de las máquinas de coser, Chanel transformó la moda femenina y creó un imperio cuyo nombre es todavía hoy símbolo de lujo, belleza y distinción. Su vida, sin embargo, estuvo plagada de dificultades. Su infancia transcurrió en un orfanato, un pasado que, lejos de condicionarla, la fortaleció y la espoleó para convertirse en una mujer luchadora, ambiciosa, hiperactiva y con una gran intuición empresarial.