Como hombre, se supone que debes ser autosuficiente, independiente y altamente capaz de dirigirte a ti mismo y a tu familia de la mejor manera posible. Pero cuando te dedicas a buscar la aprobación de las mujeres, terminas perdiendo estas cualidades. Terminas renunciando a tus derechos como hombre, y por lo tanto encontrarás que tu vida se dirige en una dirección que nunca pensaste ni mucho menos planeaste.