Todavía puedo cerrar mis ojos
volver y volver.
Puedo ver entre las cortinas
corre el aire
estás ahí
acomodando tus libros
puedo escuchar los ladridos de los perros
a lo lejos
en este barrio de la ausencia.
Todavía puedo sentir el perfume
de las flores de tu cuerpo.
Puedo verte ahí
hablándome de tus tardes en el mar.
Cuando quiera puedo irme.
Cuando quiera puedo volver