El cine fue una de las grandes pasiones de Eugenio Trías y a ella dedicó una parte considerable de su obra, desde sus inicios hasta el que fue su último libro De cine (2013). Y dentro de su trabajo con el séptimo arte, el papel principal se lo lleva Vértigo de Alfred Hitchcock, película que Eugenio Trías afirmaba haber visto más de cien veces desde que a los dieciséis años la vio por primera vez. Sobre ella escribió un ensayo titulado “El abismo que sube y se desborda”, incluido en Lo bello y lo siniestro (1983), y en 1998 le dedicó el libro que hoy reeditamos. El acercamiento de Eugenio Trías a las artes pivota sobre tres conceptos: lo bello, lo siniestro y lo sublime. Y el filme Vértigo, como afirma Eligio Díaz Garaygordóbil en el prólogo que abre la presente edición, “pone en juego esos modos de manifestarse la «conexión intrínseca” entre las tres categorías estéticas”. De esta manera, Vértigo y pasión se revela como un libro central en el pensamiento estético de Eugenio Trías. Y una reflexión más, como hizo a lo largo de toda su obra, sobre la humana conditio.