En 1898 el batallón de Heriberto Frías fue enviado a sofocar la insurrección de Tomochic, Chihuahua. La experiencia indignó a Frías y lo situó en las filas de la oposición del porfiriato. De aquella campaña surgieron diversos artículos y esta novela, portavoces de la indignada denuncia que más tarde lo llevarían a la cárcel.