Entre los clásicos de la ciencia ficción rusa destaca la figura de Aleksandr R. Beliáiev, uno de los creadores del género en su país y a quien se llamó el Jules Verne ruso.
En La cabeza del profesor Dowell (1925), un eminente científico especializado en el trasplante de órganos es asesinado por un ambicioso discípulo suyo, el profesor Kern, que conserva su cabeza con vida y la obliga a supervisar sus investigaciones. Contrata como ayudante a la doctora Marie Laurane, que no tarda en descubrir sus planes y en entablar una íntima amistad con la cabeza: una novela deliciosa llena de humor negro y chispeantes aventuras.
Completa el volumen el relato «El día del Juicio Final» (1929), que narra las consecuencias de una súbita ralentización de la velocidad de la luz en el Berlín de los años 20. La relatividad de Einstein y las modernas teorías cuánticas se cruzan con el robo de un expediente confidencial sobre un pacto secreto germano-soviético, en una trama que combina genialmente la imaginación con la comicidad.