Una ciudad y un niño crecen, se transforman y se deforman juntos, arrastrados sin posibilidad de resistencia inmediata por la fuerza de un proceso histórico aparentemente ciego y sin sentido: vidas individuales y existencia colectiva dominadas por la frustración y la impotencia que el escritor descubre en su propia ciudad de México. A lo largo de un relato ejemplar, el autor lleva a cabo un implacable y lúcido ajuste de cuentas con la realidad que le tocó vivir a toda una generación. Y ya sea porque su obra aborda los grandes temas de la literatura (el amor, la muerte, el paso del tiempo) o porque incorpora problemáticas de gran actualidad (la discriminación, las consecuencias de la modernización para México y Latinoamérica, la ecología, la globalización), el autor logra lo que todos los escritores buscan pero pocos consiguen: ser leído.