Todas las religiones mienten. Todos los preceptos morales son engañosos. Incluso las estrellas son un espejismo. La verdad es la oscuridad, y lo único que importa es hacer una declaración de principios antes de entrar en ella. Abrir un corte en la piel del mundo y dejar una cicatriz. A eso se reduce la historia, al fin y al cabo: a tejido cicatricial.